Abusos sexuales en la Iglesia

Siento la necesidad de escribir algo en relación al tema, porque acá en Chile está en opinión pública (bueno no tanto como debería ser, pero que le vamos a pedir a una población que sólo se preocupa de los programas busca-talentos). Esto debido a un caso en particular, el padre Karadima que cometió abusos a niños menores de edad y que lo peor de todo, tiene una red de protección muy amplia.

Lo que me emputece es que hay gente no quiere ver lo que pasa en la Iglesia, que por su religión protegen y niegan todo hecho asqueroso que se produce dentro. También muchas veces no me cabe en mi mente como gente puede sentirse identificada con aquella institución .... pero quiero decir que no estoy ni contra la creencia ni contra los valores (los buenos y de buena conducta social), muchas de ellas en el cristiano son muy plausibles; acá es otro tema, es gente que protege crímenes, que justifica estos con una falsa causa, que no reclama ni tiene pensamiento crítico con muchos actos y enseñanzas.

Además no hay que negar que igual hay curas y personas que hacen buenas obras por su fé y convicciones, siempre hay gente de mierda en todos lados; pero también pienso que no es necesario hacer algo por las demás personas movidos por una institución, debe nacer desde el corazón y querer ayudar sinceramente.

Yo soy agnóstico y fui en mi tiempo cristiano, pero nunca me senti cercano, y ya llegando a adoslecencia y ahora ya un adulto joven (XD) he reforzado mis propios códigos morales y mi propia cosmovisión del mundo. Si yo lo que creo que es fundamental en esta vida, es tratar de ser feliz dentro de lo posible, amar sinceramente a familia cercana y a los amigos, no jugar a dobles bandas, y ser leal a tus convicciones y estar abiertos a aprender nuevas cosas, nadie tiene la verdad absoluta.

Bueno acá el texto que me anime a escribir esto, osea lo mío es una pequeña reflexión, no muy elaborada. Antes de poner el texto decir que apoyo lo escrito ahí. Chau

Desde que nací, mi abuela materna, contadora oficial de cuentos de la familia, decidió adulterar las historias infantiles con personajes y finales que provenían de su propia cosecha. Sus narraciones no respetaban los márgenes, no había mucho guión para príncipes y princesas y menos para zapatitos voladores ni hadas con eterna cara de dolor de muelas. No. En las versiones de mi abuela, los cuentos eran con gitanos que rescataban niños perdidos y los arrullaban con canciones francesas, o mujeres que pintaban telas gigantes y se metían en ellas convirtiéndose en protagonistas de sus propios dibujos.

Mi abuela era sorda -o se hacía, nunca lo sabremos- e iba a la iglesia todos los domingos, aunque no necesariamente a la hora de las misas. La excusa era perfecta: como no oía la prédica, de poco le servía escuchar al cura. Pero cuando decidía participar de la ritualidad, yo iba con ella porque me maravillaba el momento de la comunión, tanto como me intrigaba el sabor que tendrían las ostias. A los 7 años le dije que quería comulgar, pero que sabía que no debía porque no había hecho la Primera Comunión. Ella me miró, se rió y me dio la respuesta más simple que podía darme: “de los pecados que importan, tú no has cometido ninguno. No necesitas arrepentimiento, pero por si las moscas, yo te absuelvo”. Ese día me comí una ostia por primera vez en la vida. .........

http://elpost.cl/content/am%C3%A9n (texto completo)

PD: perdón a la gente que se sintió atacada con palabras mías durante la semana por este tema, me acalore en la discusión, un buen debate es aquel dispuesto a escuchar al otro y generar ideas, todo con un tono calmado :D